Park Hyatt Mendoza

O amor por el diseño.
Eso es lo que revela cada detalle de este hotel que, tras su fachada imponente y colonial, esconde un minimalismo de formas limpias y depurados colores opacos y brillantes, mezclados magistralmente para dar una sensación de calidez y relax que se evidencian en la delicadeza de espacios tan habitualmente obviados como los pasillos conducentes a las habitaciones.

El arte de las formas alcanza su grado superlativo en... el baño (Sala de Baño, para ser más precisos). Este espacio, con los closets incorporados en sus paredes detrás de paneles de espejos con correderas, se encuentra invadido de mármol y vidrio esmerilado, con una grifería de impecable diseño italiano que cuida cada detalle, desde las llaves hasta el espejo. La ducha se encuentra fuera de una amplia tina, ambos elementos separados adecuadamente por correderas del resto de la sala, y que se coronan con luces indirectas que parecen invadir los sentidos, repitiendo el mantra del relax, relax, relax.

El dormitorio - aaaaaamplio, alto, despejado - incluye una king-size casi zen, blanquísima, cuadradísima, comodísima. Madera, metal y vidrio en veladores, mesas de noche, escritorio. Tonos tierra y muy masculinos cafés moros.
Sobrio. Simple. Exquisito.
Super nice.