Saturday, March 25, 2006

Salvemos el Futa

Tengo una rabia sorda y una pena gigante.
Y muuuuuucha impotencia.
Futaleufú peligra.

Hace pocas semanas se ha renovado la polémica sobre la construcción de centrales hidroeléctricas, como una forma de hacer frente a la crisis energética que nos amenaza este invierno, luego de preveerse un año de sequía dado el inminente fenómeno de La Niña, sumado al ya anunciado recorte en el suministro de gas desde Argentina.

OK. Esa es la parte técnica.
Lo que yo me pregunto es hasta cuándo amenazamos con la extinción a nuestros más preciados recursos naturales - con el evidente beneplácito de las empresas energéticas, sus inversionistas y accionistas (no todos)-, sólo por negarnos a explorar reales alternativas sustentables en el largo plazo, que se condigan con la condición de "país desarrollado" de la que tanto nos gusta jactarnos, o a la que aspiramos, más bien.

O será necesario que recibamos visitas ilustres con impacto mediático, de esos que llaman la atención de las masas - las mismas que colaboran con su preciado voto en tiempos electorales -, para que el Estado empiece a considerar en forma seria respetar nuestro derecho a legar en forma intacta el maravilloso patrimonio natural de nuestra nación a nuestros hijos y nietos?
Será necesario que alguien más venga a decirnos lo que ya deberíamos saber hace rato?

Hace 6 años tuve la oportunidad de conocer este rincón de impactante y enmudecedora belleza, y gracias a unos extranjeros - que a poco andar se transformaron en mi tribu, en mis amigos, en mis hermanos - me enamoré perdidamente de este lugar, igual que ellos. Allí me encontré, me perdí, me volví a encontrar.
Siempre con ese Río Grande velando por mí, día y noche. El que me saludaba cada mañana con el mismo pájaro como despertador infalible sobre mi carpa.
Un tempranísimo amanecer, brisa helada, ruido de lluvia - el río a mis pies -, y ovejas alrededor. Picos nevados observándose a lo lejos - las inolvidables tres monjas -, y el agua esperándote para una nueva cabalgata sobre sus rápidos. Uf, tanto que decir sobre este lugar mágico.

En mi primer viaje conocí a gente que ya estaba preocupada, levantando voces de alarma, para que no le fuera a pasar a nuestro río lo mismo que le pasó al Bío-Bío, cuya exhuberante belleza quedó para siempre innundada por los millones de kilowatts de Ralco. FutaFriends ya estaba tratando de crear conciencia para que no perdiéramos el "Futa", para que no nos robaran nuestro sueño.

Dije bien, NUESTRO SUEÑO.
Es el sueño de todos los que pertenecemos a este pedazo de tierra llamado Chile. Es mío, es tuyo y tuyo y tuyo también. Es de todos, pero lamentablemente pareciera que está muy lejos, y que debido a eso, a la mayoría no le importa.
No los culpo, nadie puede preocuparse por algo que no conoce. Si no se conoce, no puede ser amado. Eso es algo que también hay que resolver; no creo lógico que la Patagonia sea más conocida - y por ello más apreciada - por extranjeros que por los propios chilenos.

La Patagonia es nuestra. El Futa es nuestro.
Lo siento tan mío que me duele. Y a todos nos va a doler si lo perdemos.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

y asi lo van matando todo y no nos vamos a dar cuenta cuando no quede nada.
Y la gente se traga su impotencia, pero que se hace???
yo lo encuentro heavy
besos!

7:03 PM  

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